Por primera vez fui a una terapia de sanación con cristales y quiero decirles que me fascinó.
Aquí se utiliza la energía de los cristales para potencializar el trabajo del viaje a través del tiempo y del espacio; se forma una rejilla e energía entre los cristales y trabajan con cada célula de tu cuerpo activándolas y con el plano etéreo.
Se pueden hacer diferentes cosas en un viaje con cristales:
- Descubrir relaciones pasadas con personas que conoces. Esto ayuda a crear un profundo entendimiento de los comportamientos y patrones con ellos hoy en día.
- Podemos ver y traer de regreso conocimiento y habilidades que poseíamos en otros tiempos y lugares.
- Remover y limpiar miedos y traumas donde se originaron.
- Comunicación con nuestros guías espirituales y ángeles para guía e inspiración.
- Acceder a tu futuro.
- Visitar otros planetas y galaxias o viajar alrededor de ellos.
Al llegar con mi amiga Artemisa me preguntó a dónde quería ir o cual era el propósito, la realidad es que hasta ese momento no tenía muy claro pero cerré los ojos y me conecté.
Vinieron las respuestas, lo primero era saber porqué conectaba tanto con los delfines, segundo si podía ver y conversar con mi abuela Lala (quien acaba de trascender apenas hace unas semanas) tercero quería indagar más en mi compromiso y en el anillo de esmeralda, por último acerca de las publicaciones que deseo publicar este año.
Las respuestas fueron apareciendo a través de viajes en el tiempo y el espacio.
Yuki, mi yo Japoneza quizá fui habitante de Okinawa tuve una gran conexión con el oceáno y los delfines siendo parte de ese clan acuático y mis funciones en la aldea relacionada con estos seres magníficos.
Mi abuela en la segunda oportunidad apareció y me guió hacia un jardín donde la paz, la alegría y el amor reinaban. Tuvimos una conversación donde prácticamente me dijo que no tuviera miedo a COMPARTIR.
En eso apareció mi Esmeralda y me dieron algunas palabras sobre el color del mar, mis ojos y esa piedra. Todo estaba conectado y mi compromiso era tan similar como la marea de un mar calmo, ese mensaje me llenó de paz.
Tuve una visión mi pareja mi hija y un hijo que sigue flotando en el mar del amor, juntos viviendo una vida cerca del océano.
Ahí pude observar como mi compromiso si tiene duración y “futuro” pues pude verme de 50, 55 años, él como siempre cerca del asador, cocinando para todos.
Vi como en otra época ya había compartido mis escritos y la gente disfrutó de leerlos y el significado fue tremendo pues fue un legado que dejé y vi a detalle mi vida donde sólo me dediqué a escribir y los ensayos fueron mis hijos.
Disfruté y me llené de creatividad, amo viajar en el tiempo y el espacio y sobre todo rodearme de seres mágicos como Karen, alias Artemisa.
Recuerda creer es crear.