Pen pals continuación…

Pen Pals

 

Existen términos en inglés y en español que simplemente no se pueden traducir y así tal cual son idóneos para describir y comprender los contextos.

Soy una mujer inquieta, que guarda rebeldía y después la comparte.

 

Esta es la historia de dos amigas mágicas, únicas.

Que gracias al mundo de las letras conocí, las llevo y las llevaré siempre en mi corazón porque me transformaron.

 

Siento que las palabras jalaron los hilos de sus locas ideas y las trenzaron con las mías, así creando una nueva ley de atracción entre mentes enredadas, que después compartirían plumas y plasmarían historias.

 

Las dos son distintas entre ellas, las conocí en contextos y tiempos casi opuestos, en localidades dispares.

Pueden parecer dos vidas, pero la realidad es que vivimos miles de vidas, en una sola.

Una vida de transformación, de cambios y metamorfosis, donde muchas veces somos más camaleones que humanos y lo único que nunca cambia es la mutación.

Los seres mágicos, surrealistas nos topamos en la rutina y el tedio de la vida semi adulta.

 

Años más tarde llegó Steph mientras yo trabajaba de godín. En una revista de sociales donde aprendí muchísimo, mi primer trabajo en la vida semi-adulta. Semi porque no tenía ni idea de la palabra, al parecer.

En fin, un día mientras escribía una nota periodística sobre una boda cursi con novios insípidos, me llamaron para que entrevistara a una chica que solo de verla desee que fuera mi amiga.

 

Al verla me proyecté y todo lo que leí, sus cuentos, poemas y entrevistas me parecieron demasiado bellos para una revista de sociedad, leí sus zapatos femeninos y divertidos de charol, leí su vestido vaporoso y colorido, le hice un scaneo profundo, leyéndole incluso su pelo color rubio cenizo con broches dorados.

Vi tanta belleza que me asusté y me cuestioné mi papel y rol en ese momento trabajando ahí en un mundo gris, donde mis compañeras y yo decorábamos de chispas de diamantina los párrafos embetunando con palabras bonitas.

Pasaron tres días y me volví la jefa de mi futura mejor amiga, aunque ella no tuviera ni la mas remota idea.

Se sentó a mi lado con su laptop color de rosa y me gustó escucharla hablar de su viaje que recién había terminado y era el motivo por el cual ahora trabajaba ahí.

La recién llegada de Argentina me parecía muy interesante, la percibía diferente y eso me gustó.

Pocos días después me invito a casa de sus padres a comer y ahí caímos en cuenta que seríamos amigas para siempre, desde siempre y por siempre.

Casi como amigas del presente, pasado y futuro.

Su chispa mágica fue como una bengala en la oficina, como un fuego artificial que al desplegarse en el horizonte es precioso pero se consume rápidamente.

Trabajó con nosotros 60 días menos fines de semana y después se fue con todo ese brillo, que yo sigo disfrutando hasta la fecha.

Pasamos tardes escribiendo cuentos y después los leímos en voz alta para corregirnos o elogiarnos como grandes creativas y escritoras.

Además de beber miles de tazas de té y consultar una y otra vez cartas mágicas y oráculos para entender el misterio de la vida.

La escuché leer poemas y miles de planes sobre su vida y la mía, futureamos con viajes, países y negocios que a la fecha no hemos concretado pero creo que si hacemos algo juntas, será grande y ambicioso.

Su presencia me hace tintinear como vela encendida, me llena de risa, sueños y mucha esperanza. Es una hada que como llega se va.

 

 

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