Siempre me ha fascinado leer novelas históricas, siento que mi vida después de conocer las historias de mujeres que se han revelado me dejan pensativa y algo intranquila sobre qué dejaré yo en esta vida.
La mas reciente novela que leí fue Leonor, de Elena Poniatowska. La vibra del surrealismo me hipnotizó y con el coraje de dicho personaje me metí en un trance, donde desperté mis pasiones.
Soy de ese tipo que nada se toma por “casualidad” y en estas páginas descubrí un ser mágico, que se llamaba así misma yegua, creía mas en la sinceridad de los caballos que en los seres humanos. No pretendo ni quiero ser como ella, nuestros contextos, historias y vidas se separan por un sin fin de diferencias pero a lo que quiero llegar es que entre párrafos mientras la conocía, me empecé a reconocer.
Es aquí cuando me reflejo con historias pasionales, mujeres artistas, decididas a vivir y a gritar quienes eran.
Hoy en día siento que me pierdo entre la rutina y los deberes, muchas veces mis sueños me gritan y es cuando leo, pinto, investigo, canto o escribo cuando los escucho, descifrarla fue un boost de creatividad.
Estos personajes llegan solos y nunca se van porque esas letras se mezclan con mi historia que se transforma en una memoria, me gusta pensar que sólo por eso resonamos en unísono. Las hago mías, las imagino como amigas y abro los brazos a las mujeres mágicas, que me inspiran y sin que ellas lo sepan me acompañan, me invitan a gritar quien es Antonieta.
Antonieta Rivas Mercado
Frida Kahlo
Leonora Carrington