Meditación con seres que trascendieron

Meditación para conectar con un ser que ha trascendido.

La primera vez que decidí conectar con mi abuela quien acababa de fallecer fue tres días después del día que partió.

 

Después de llevar a cabo las ceremonias y demás, cuando su cuerpo no estuvo más entre nosotros en la mañana me llegó la idea de hacer una meditación diaria.

Me dejé llevar y mi guía fue la intuición.

 

Cerré los ojos e imaginé como desde mi cuarto chakra un rayo de color rosa dorado salía hasta conectar con el corazón de mi abuela.

Mi sensación fue cálida, me dieron muchas ganas de llorar y lloré, me sentí en contacto directamente con ella.

Me quedé ahí sintiendo esa unión, esa fuerza, esa conexión que no distingue el tiempo ni el espacio.

 

Después visualicé desde mi tercer ojo, un rayo color blanco y entonces la vi en un jardín, la observé en forma de un árbol, con la energía poderosa, fuerte y a su vez acogedora, un gran roble era lo que veía.

Lo increíble es que a Lala, mi abuela yo le decía Mi Roble por ser una mujer tan fuerte.

 

Las dos energías fueron potentes, vibrando en la esencia de ella.

Cada una con frecuencias únicas, desde el corazón el amor es acogedor, tierno, suavecito se siente adentro.

La otra el tercer ojo es más poderosa, mas radiante con un voltaje más vibrante.

Ambas igual de bellas y sensoriales.

 

Decidí seguir con la práctica ya fuera al despertar o antes de dormir.

Al sexto día de haber trascendido al conectarme la sentí y la vi muy diferente.

 

Primero conecté con el rayo del corazón y escuché una voz que me dijo:

¨Obsérvate con aquellos ojos que te veía tu abuela¨

Y empecé a navegar en una serie de imágenes.

Como una película todo lo que ella admiraba de mí, aquellas veces que me elogió y me hizo saber con detalle el ser amoroso y especial que percibía.

 

Escuché y viajé en el tiempo a aquellos miles de momentos donde la escuché hablar sobre su nieta Belita, (ósea yo) con sus amigas o sobrinas.

Por teléfono, cuando cargaba fotos y contaba las historias que le hacían sentir tan orgullosa de mí.

Una calidez inmensa me sacudió.

Y recibí una lección de golpe, aquella maestra vino a darme un amor infinito y una seguridad en mi caminar de la vida, siempre elogiándome, amándome y sobre todo cocinando mis platillos favoritos, hasta sus últimos momentos.

 

Después conecté con el rayo del tercer ojo y unos rayos resplandecientes vinieron a mi mente, una luz muy blanca y vibrante.

Entendí que ella ya estaba donde deseamos estar, en el mar del amor infinito, la fuente de la vida eterna.

 

Todos los días conecto con ella y los mensajes cambian.

Después de casi 15 días, cuando conecté la volví a ver diferente.

 

Uniendo mi corazón con el suyo.

Por primera vez contemplé su silueta, era la imagen y el retrato de su juventud.

Cerca de una cascada, con una gran sonrisa, muy joven y linda me vio y me dijo, ¡Ay Belita!

Tuvimos una conversación donde me dijo varias cosas de importancia y otras donde me reí, como “aprende a cocinar, aunque sean dos recetas, te va a gustar, es delicioso comer algo rico”.

 

Después uní mi tercer ojo y el suyo y una luz me dio calma.

 

Te cuento mi experiencia porque con esta practica meditativa mi relación con un ser querido, muy, muy querido y allegado sigue latente, tengo historias que contar sobre nosotras aún ella estando en otra galaxia.

 

Si al principio sientes que te cuesta trabajo conectar, sé paciente y repite los pasos, una y otra vez, hasta que tomes seguridad.

Puedes pedir ayuda al Creador siempre, recuérdalo.

Ayúdate con música clásica o relajante.

 

Es posible recuerda que si lo crees, lo creas.

Gracias por leerme, no dudes en escribirme si tienes dudas o quieres compartir tu experiencia personal.

 

 

5 comentarios

  1. Hola Antonieta apenes vi esta conexión la quiero ir comenzando hasta que pueda conectar con mi abuelito Leonardo, se que la práctica lo lograre , gracias

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *